Thursday 10 October 2013

Light out, The fall y un acantilado britanico


Debo decir que a Mí me encantan las miniseries. De verdad. Igual que (qué vamos a hacerle) me vuelvo loco con los capítulos y las series que acaban mal (estuve tres días sin dormir cuando Trinity se cepilló a Rita y la dejó flotando en un baño de sangre). Me gustan las miniseries igual que me gustan los cuentos o relatos. Además con estos tienen cosas en común: Deben mantener en tensión al espectador/lector, deben tener un ritmo continuo sin poder meterse en tramas innecesarias y deben trasmitir más fuerza con menos palabras, personajes y minutos. Nada es en vano en las miniseries.

Además tienen un final cierto. Empiezas una mini sabiendo que tiene 4 o 6 o 10 capítulos y después no hay más. Solo el recuerdo. Y creo que precisamente por eso me gustan y por la misma razón aborrezco profundamente cuando una miniserie tiene éxito y la amplían más allá de las posibilidades interpretativas y argumentales que tenían en un principio. ¡¡Coño, si tienes planeado hacer una mini, déjalo en una mini!!  ¿Alguien imagina aumentar las temporadas y la trama de la genial “the shadow line” o “inside man”?, ¿o dado el éxito apabullante darle más bola a las historias de “top of the lake” (hasta orejitas parece sexi) o “Utopía” (la primera escena es para enmarcar)?, ¿o incluso la fantástica “Crematorio” (al fin una serie española de calidad)? Es de destacar que la mayoría de las mejores son miniseries Británicas, lo cual me hace pensar que su visión de la calidad televisiva en cuanto series  no tiene igual y es de envidiar.













También está el caso contrario, series que venían para quedarse y acabaron a la primera temporada, como si fuera una miniserie de muchos capítulos. Y aquí, tengo que hablar de “LIGHT OUT” (aquí en España recibió el desafortunado y penoso nombre de “el declive de Patrick Leary”), una drama descarnado  y terrible de boxeo o más bien del mundo del boxeo con la figura sobresaliente de un excampeón que se plantea volver pese al riesgo para su salud y la reticencia de su familia. La historia era buena y las interpretaciones superiores. Pero fue comunicada su cancelación poco antes de que acabara la 1º temporada y se quedó en miniserie de 13 capítulos. Eso sí, seguramente con uno de los finales mas alucinates que recuerdo de la televisión. De esos que te dejan conteniendo el aliento durante 2 putos minutos…



Y de las miniseries a las cuales le han salido nuevos capítulos, destacar la reciente “The fall”, que me la vendieron como una miniserie (también británica) y la han jodido renovándola y cerrando el último capítulo de forma lastimosa para poder estirar el chicle. En esta Gillian Anderson tiene el mismo vestuario que en X files y sonríe la mitad (que es muy poco decir), pero está realmente fantástica (tanto como en Hannibal). La serie no está mal, pero ni la trama ni algunos personajes dan para mucho más. Hay otros recientes ejemplos como Hit & Miss, o Rectify  (Sundance Channel) o incluso Misfits (y creo que llevan 4 temporadas, de las que he visto tres, repitiendo la 1º, la única realmente graciosa)

En fin, dejemos que las historias acaben, que las miniseries cuenten lo que tienen que contar en su tiempo y su forma. Si siguen forzando la máquina corren el riesgo de perder la esencia de las miniseries y enturbiarán el recuerdo de las mismas. O peor aún que Bertomeu o Gatehouse se sientan ofendidos…

PD: Acabo de acabar de ver la asfixiante y entretenida “Broadchurch”, una buena miniserie británica de intriga en un pueblo donde todos tienen algo que esconder y nadie es quien parece. A parte del Remake US donde el actor incomprensiblemente será el mismo (manda huevos la imaginación yanqui), ya han anunciado que se amplia una 2º temporada. No comment…


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