En estas fechas en las que proliferan las listas con lo mejor y los peor del año me permito publicar un post con los cinco momentos más impactantes de los que he disfrutado delante de la pequeña pantalla a lo largo del año 2013. Por supuesto que no están todos los que son, dada mi limitado consumo de series, que se restringen a la calidad y a los exquisitos filtros de mis compañeros de blog, Al y Edu. Ojo que contiene Spoilers.
5. La Reaparición del Gobernador (“Walking Dead”): los primeros capítulos de la nueva temporada no me estaban convenciendo demasiado, y la estancia en la prisión, con la aparición del virus letal estaba resultando tediosa. Sin embargo la reaparición del intimidante Gobernador aportó frescura y vitalidad a raudales. En un primoroso flashback nos enteramos que pasó con el gobernador tras la matanza de Woodbury, y durante varios capítulos se convierte en protagonista principal de la trama, haciéndonos olvidar al cada vez más insulso Rick, le acabamos cogiendo cariño y nos preguntamos acerca de su redención, hasta que aflora su carácter (como el del escorpión de la fábula) con más virulencia aún. Tiene sus principios, y el que lo lleva nuevamente al desastre es el de no querer perder nuevamente a su familia y a su nueva hija.
4. Dexter leñador (“Dexter”): ya lo comentamos anteriormente, y el paso del tiempo no ha hecho más que aumentar la desidia y decepción del final de Dexter. El coincidir en el tiempo con el final glorioso de LA SERIE (ya sabéis de cuál hablo) no ha ayudado tampoco.
3. La Boda Roja (“Juego de Tronos”): todos tuvimos que rebobinar y volver a ver la sangrienta escena una y otra vez, en la que la mitad de los protagonistas acababan degollados. No sabíamos si nos habíamos equivocado y estábamos viendo “Saw”, o si se le había ido la olla a JRR Martin. Sin embargo ese giro demuestra valentía y rigor, y cada vez nos gusta más aún, pues no echaremos de menos a ninguno de ellos, y disfrutaremos más de los nuestros personajes favoritos, Kalesy, Tyrion, Jayme Lannister…
2. Brody en el patíbulo (“Homeland”): la tercera temporada de Homeland ha sido irregular, con numerosos giros truculentos, y sólo ha recuperado el nivel de antaño en los últimos capítulos, con la vuelta de Brody. Nada que objetar a la muerte de Brody, incluso como final de serie (tengo mis dudas acerca del futuro de la serie), pero lo que no me gustó nada son esos últimos minutos que no aportaban absolutamente nada y que difuminaban el clímax de la muerte de Brody. Como bien dice Al, si Brody hubiera muerto en el sótano con el cinturón bomba, habríamos tenido una miniserie inolvidable. Y una pregunta: ¿qué fue del topo de la primera temporada?.
1. Ozymandias (“Breaking Bad”): los veinte minutos de este capítulo rodados en el desierto de Alburquerque (donde todo comenzó), creo sin exagerar que es lo mejor de la década. La impresionante muerte de Hank (“eres el tipo más inteligente que conozco, pero eres tan estúpido como para saber que él ya tomó su decisión hace diez minutos”) nos dejó helados, pero la confesión de Walter a Jesse diciéndole que dejó morir a Jane ahogada en su vómito (“pude haberla salvado, pero no lo hice”) fue escalofriante. Breaking Bad es “El Padrino” de esta época, nada sobra y todo tiene su porqué. No nos dio pena que terminara porque alcanzó la perfección en todo su conjunto.
Espero vuestras sugerencias en los comentarios.
Feliz año y que el 2014 nos depare momentos como éstos.