Siempre me ha gustado la ciencia-ficción (CF). Desde pequeño me
han apasionado las historias desarrolladas en el futuro, y cada cierto tiempo
me gusta leerme un buen libro de esta temática. Sin embargo, y aunque es un
tema muy utilizado, es complicado encontrar una buena película o una serie de
calidad dedicada a la CF.
Todos los años se estrenan películas con
estrellas como protagonistas y presupuestos millonarios, pero son blockbusters
de temporada, y es difícil encontrar productos de calidad salvo excepciones que
todos tenemos en mente y que surgen de lustro en lustro, “Atmósfera Cero”,
“Blade Runner”, “Alien”, “El Imperio contraataca”, “Desafío total” (la de
Verhoeven), o recientemente “Minority Report”, “Inception” o “Gravity”.
Si es difícil encontrar películas de CF de calidad, las series del
mismo tema que merezcan la atención son aún más raras, si no eres fan de Star
Trek o Doctor Who, como me pasa a mí. Tengo sin embargo muy gratos recuerdos de
infancia de tres series que engancharon a nuestra generación en los ochenta. V en su época fue la repera. Los
sábados por la tarde era obligado su visionado, y las apariciones de Diane comiendo roedores, los lagartos quitándose
su piel de humanos, y Donovan
encabezando la resistencia nos atrapó desde el primer momento. La serie acabó
sin un final definido y en el año 2009 se estrenó un remake de dos temporadas con
mucho menos éxito que su predecesora. Otra serie que despertó mi simpatía en
eso años fue Starman, serie basada
en la película de John Carpenter con Jeff Brigdes, que narraba las andanzas de
un alienígena bondadoso, con poderes que emanaban de unas misteriosas bolas metálicas,
que asume la identidad de un fotógrafo fallecido y huye de la policía
acompañado de su hijo. De la última serie que guardo un grato recuerdo es Galáctica. El verano que la emitieron
por las tardes nos apasionaba Dirk
Benedict luchando en su vipper contra los temibles Cylones; esta serie con
el tiempo sí que ha perdido bastante sobre todo debido a sus cutres efectos
especiales. En el año 2003 se realizó una nueva versión con gran éxito y
seguimiento.
Por todo esto me ha sido muy grato disfrutar en las últimas
semanas de una serie de CF que proporciona un entretenimiento de primer orden
durante los catorce capítulos de los que consta: Firefly.
Había oído que se trataba de un producto de culto que
contaba con el dudoso privilegio de ser la serie cancelada precipitadamente con
más injusticia hasta la fecha, pero me escamaba un poco que fuera objeto de
admiración por parte de frikis y seguidores de su creador Josh Wedon. Firefly mezcla con gran acierto el género CF con el
western, narrando la vida de un grupo de personas en el siglo XXVI después de
una guerra que ha dado como vencedores a la Alianza, que engloba a las dos
grandes potencias de la época, Estados Unidos y China. Nuestros protagonistas, después
de perder la guerra luchando del lado rebelde, se dedican al contrabando y a
negocios ilícitos en los confines de la galaxia, huyendo del control de la
Alianza, a bordo de una nave de transporte llamada Serenity, que alberga a nuestros nueve protagonistas.
Aunque la historia se desarrolla linealmente, los capítulos tienen
tramas independientes, y para mí el acierto principal es que consiguen una
mezcla perfecta de acción, desarrollo de personajes, ironía y buenos guiones,
siendo cada capítulo un gran entretenimiento, que te recuerdan cuando
disfrutabas como un enano con Han Solo a bordo del Halcón Milenario, o emocionado
durante la merienda viendo Comando G
o Ulises XXXI.
Otra gran baza de la serie es su reparto, que crea unos personajes
muy bien definidos, con sus luces y sus sombras, y que consigues identificar
desde el primer momento. Destaca sobre el conjunto, el protagonista principal,
el Capitán de Serenity, Mal Reynolds
interpretado por Nathan Fillon
(Castle), que es el alma mater de la serie, un Han Solo carismático, valiente y
temerario, con grandes valores y que desarrolla una gran ironía en todos sus
diálogos. A su lado está la fiel y noble Zoe
como segunda al mando y su marido Wash,
el optimista y simpático piloto de la nave. También conviven en Serenity el
duro y torpe Jayne, la soñadora
mecánica Kaylee, el enigmático
pastor Book, y los hermanos Tam, Simon, brillante médico y su hermana River, con poderes telekinéticos, y a
quien la Alianza persigue después de su evasión ayudada por su hermano. Por
ultimo destaca el papel de Morena
Baccarin (señora Brody en Homeland, aún más guapa), como la bella Inara,
acompañante de lujo, que utiliza Serenity como base de operaciones, y que
mantiene con Mal una relación amor-odio y una tensión sexual no resuelta, como
contrapunto a las aventuras de nuestros protagonistas.
Como he comentado los guiones y las tramas son brillantes, y los efectos
especiales, aunque limitados, son lo suficientemente espectaculares para hacer
creíble una serie de CF. La música también combina la temática futurista y
country destacando la balada de Serenity, que adjunto en el siguiente enlace. A
destacar también los silencios en pantalla cuando Serenity surca el espacio, en
contrapunto a lo visto hasta la fecha donde se utilizaban músicas
grandilocuentes, remancando el silencio del espacio.
Fundamental disfrutar de la serie en versión original con/sin subtítulos,
como siempre, pero más aún en este caso, ya que dicha serie solo esta doblada al
castellano latino, lo cual desvirtúa totalmente los diálogos y comentarios
irónicos de nuestros aventureros. La serie fue maltratada por la FOX, emitiendo solo once de los catorce
capítulos, y además en sentido aleatorio, por lo que obtuvo muy malos
resultados de audiencia y fue cancelada precipitadamente. Sin embargo, cuando
se editaron los catorce capítulos en DVD fueron un bombazo y un éxito increíble,
formándose una legión de seguidores que reclamaron la vuelta de Firefly, por lo
que en el año 2005 se realizó la película Serenity,
que concluía las tramas de la serie con resultado de mucha menor calidad, perdiendo
la frescura y espontaneidad que había tenido la serie.
Sin más recomendar su visionado, y su inclusión en la carta a los
Reyes Magos para los amantes de la CF y de pasar unos momentos inolvidables a
bordo de la nave Serenity. Yo me montaba ahora mismo (a ser posible en el
transbordador de Inara).
un post genial, como siempre. Leyéndolo me vienen cientos de recuerdos de mi niñez y de esas series que nos marcaron a todos. En aquella época todos queríamos llevar el "halcon milenario" y jugábamos con canicas a ver si se encendian (no mencionar las gominolas con forma de raton que devorábamos, claro). Que sepas que tengo bajado el primer copítulo. Creo que de eso va este blog tambien, de abrirnos mundos que no conocemos y en los que perdernos. Nuevamente gracias por el fantástico post
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