Al trabajar dentro del
ámbito de la medicina he mantenido una relación amor-odio con las series que se
adentraban dentro de este maravilloso mundo, pues en la mayoría de los casos
son poco creíbles, cayendo en la inverosimilitud y en los tópicos con mucha
frecuencia. Así me acercaba a ellas con interés, pero a los pocos capítulos la
decepción aparecía, con series como “Anatomía de Grey”, “Hospital Central” o la
exitosa y reiterativa “House”, que sólo se sostenía por su protagonista
principal, pues todos los episodios eran similares: a) presentación del caso, b)
error en un primer diagnóstico/tratamiento, c) se salva la vida del enfermo, d)
el Dr. House encuentra la peregrina solución que salva al paciente.
Esta dinámica sólo ha sido
interrumpida por las primeras temporadas de la serie “Urgencias”, con buenas
historias y cierta verosimilitud en la mayoría de los casos y unos grandes
personajes que sostenían la serie. George Clooney despegó en sus cinco
temporadas encarnando a Doug Ross, así como Julianna Margoulies (The Good Wife)
como la enfermera Hathaway, y me encantaba el gran Willian H Macy (Fargo,
Shameless) como el Dr. Morgenstem. La serie tuvo gran calidad durante las tres
primeras temporadas, y a partir de la quinta empezaron a abandonar el barco los
actores principales, cayendo en la rutina, la reiteración y la desidia, aunque
la cosa llegó a estirarse durante 15 temporadas y la friolera de 331 capítulos.
Por todo ello al oír que mi
admirado pero irregular Steven Soderbergh (tras declarar que abandonaba la dirección),
se disponía a realizar en su totalidad una serie acerca de un hospital
neoyorkino a principios de siglo, me sentí inmediatamente atraído, pero
temeroso de llevarme una nueva decepción. El prolífico director, cuenta con
algún patinazo que otro, pero también ha realizado maravillas de la talla de
“Traffic”, y últimamente se había adentrado bastante en los temas médicos con
sus interesantes películas “Contagio” y “Efectos secundarios”. A pesar de su
irregular trayectoria, se ha caracterizado siempre por un estilo
característico, gran cuidado de la fotografía y presencia de grandes actores en
todos sus trabajos (por menores que sean sus papeles), que se nota que trabajando
con él disfrutan y se implican al máximo.
“The Knick” se centra con
precisión quirúrgica en el trabajo de un pionero Hospital de Nueva York en el
año 1900, donde sus visionarios trabajadores diseñan la medicina moderna a base
de ensayo y error. El personaje principal es el del Cirujano Jefe Doctor John
Thackery, pragmático, apasionado, atormentado, que consigue frustrar sus
demonios a base de cocaína intravenosa y sesiones intensas en el fumadero de
opio al que acude religiosamente tras salir del trabajo. La trama se basa en el
trabajo hospitalario, pero poco a poco vamos conociendo cosas de los diferentes
personajes, los cirujanos, la administradora del Hospital y su familia, el
ambulanciero, el tesorero… que van enriqueciendo el conjunto. El ritmo es
constante, no decae en ningún momento, ni entra en sentimentalismos baratos,
con escenas de intervenciones quirúrgicas perfectamente descritas que te hacen
contener la respiración. Observamos apasionantes descubrimientos, fracasos,
epidemias, lo mejor y lo peor que pueden llegar a realizar los seres humanos,
entendiendo perfectamente cómo de dura era la vida en esos años de transición
previos a la primera guerra mundial.
Ni que decir tiene que la
realización es impecable. Soderbergh dirige todos los capítulos con maestría,
impecable fotografía y maravillosa recreación del Nueva York de principios de
siglo. La música electrónica del gran Cliff Martinez, (que ya me había llamado
la atención realizando la maravillosa banda sonora de la genial “Drive”) puede
chirriar un poco en un primer momento, pero progresivamente dota a la serie de
un ritmo muy adecuado y atractivo. La serie antes de emitirse fue renovada por
una segunda temporada, lo cual demuestra la apuesta por la calidad (sin
importar la audiencia), que prima en otras productoras y países. The Knick está
realizada por Cinemax, propiedad de HBO, que ya nos había sorprendido en los
últimos años con “Banshee”.
El reparto está a la altura,
destacando por encima de todos a Clive Owen como el Dr. Thackery, logrando la
que probablemente sea hasta la fecha su mejor creación y que con seguridad le otorgará
premios en el futuro más reciente. Owen se transmuta en Thackery, y su poderosa
voz transmite todo lo que le ocurre a este fantástico personaje, que anda por
el filo de una navaja en todo momento, temiendo todos que se pueda derrumbar de
manera irreversible.
En el resto del reparto
destacan también Andre Holland como el inteligente y tenaz Dr. Algernon Edwards,
que lucha contra la segregación racial a la que se ve sometido, Eve Hewson (hija
del músico Bono de U2) como la enfermera Lucy Elkins, Michael Angarano como el Dr. Bertram "Bertie" Chickering, gran
persona y admirador de Thack, y me
encantan las breves pero intensas apariciones y flashbacks de Matt Frewer como
el Dr. J. M. Christiansen, mentor de Thackery.
En definitiva, The Knick es un entretenimiento de primer orden, que aborda los albores de la medicina moderna como si de un documental se tratase, apasionando tanto a los interesados en ella, como a los que prefieran pasar un buen rato.
Te completo lo de house: d)el inclito suelta una borderia tras otra.
ReplyDeleteVeremos al bueno de clive. Un abrazo brodel