Cuantas mas series veo mas valoro aquellas que aparte de
tener algo que contar son capaces de reinventarse a sí mismas, de sorprenderme
capítulo a capitulo y temporada tras temporada. Igualmente me acaban
decepcionando aquellas que repiten temporada tras temporada las mismas tramas
aunque cambien los protagonistas o los secundarios.
El caso de “Dexter” es a lo mejor de los mas patentes en los
últimos tiempos de cómo se puede repetir la misma temporada durante 5 seguidas.
Y lamentablemente hay otras de mis series fetiche que se encaminan tristemente
a algo parecido. Es el caso de ”Justified” por ejemplo, donde después de una
soberbia 2º temporada con una Margo
Martindale esplendorosa (Mags Bennet)
–nominada a los Emmys-, los malos van pasando y renovándose pero el argumento no. Da mucho
lustre la presencia en el elenco de Natalie Zea (que no puede estar más buena) y de Walton Goggins (the shield) como el mafioso Boyd Crowder, medio malvado y medio socio del inaguantable
agente Raylan Givens (odio infinitamente a Timothy Olyphant desde Deadwood). Veremos
la nueva temporada de enero 2014
Pero si hay un ejemplo de serie que supo evolucionar es sin
duda la ya mítica “Breaking Bad”. Lo que me fascinó de la serie y que la
confiere la brillantez definitiva es la vertiginosa capacidad de evolucionar,
de no estancarse. Una evolución que dá sentido al título mismo. Me cuesta creer
que desde el inicio de la serie, hace mas de cinco años, Vince Gilligan tuviera
claro el desarrollo que la misma tendría, ni los giros copernicanos que tendría
que dar para conseguir darle raciocinio a esta maravilla televisiva. Si uno se
retrotrae a los primeros capítulos de la serie podremos ver que ha evolucionado
hasta el tono y genero de la serie, desde una tragicomedia a un thriller
dramático. Un espectador ajeno imparcial, si viera un capítulo de la 1º temporada
y otro de la 5º pensaría que son series completamente diferentes. Qué maravilla, no??
Es difícil imaginar la serie sin la figura superlativa de Bryan
Cranston. Walter White pasó de ser un pardillo profesor de universidad a un
Narco feroz e insensible, sin un ápice
de culpa. Únicamente el relativo cariño a sus hijos le salva de la
monstruosidad. Algunos aun creen que tenía algún sentimiento de afecto por
Pinkman, pero el trascurso de los episodios nos mostró que la única razón que
le movía era tener un lacayo: le engatusó con el poder, dejó morir a su novia
cuando se desvinculaba de él, le desintoxico únicamente para poder seguir manipulándole,
casi mata al hijo de su novia para conseguir su ayuda y si le salva a ultima
hora es porque se le encuentra en aquella casa, no porque fuera a buscarlo.
De la misma forma, la vilipendiada Skyler pasó de ser la arrogante y sacrificada
reina del hogar y legal contable a la limpiadora del dinero sucio de su marido,
mas asustada que encantada cuando WW la va recluyendo al papel de comparsa. Y Pinkman
va pasando desde la fase de indiferencia respecto a WW, a la admiración, al respeto,
hasta el odio mas absoluto, capaz de traicionarle en la ultima temporada
En BB evolucionaba hasta la ropa, desde los iniciales grises
cuando WW es un simple profesor pasando por los verdes esperanza cuando empieza
a cocinar y ve una salida a su monotonía hasta los colores mas oscuros cuando
Heisenberg iba ganando la partida, oscureciendo no solo su alma sino también su
aspecto, o el “señor pollos” que pasaba de sus amarillos desbordantes de
vitalidad a sus trajes negros cuando la relación con WW se enturbia.
Hasta las audiencias evolucionaron, desde las pobres audiencias iniciales hasta las descomunales de los capítulos finales
Lo que no evoluciona en “Breaking Bad” (porque tampoco lo necesita) es la grandeza
visual de la serie, magnificada por las localizaciones. Alburquerque y Nuevo Méjico.
Es cierto que la razón de rodar aquí en lugar de en California fue por un tema
de impuestos, pero no podía ser mas acertada la elección. Los planos con ese
cielo infinito, blanco, polvoriento, donde la tierra parece un fragmento minúsculo
de la escena, son un escenario tan yermo y desolado como las vidas de los
protagonistas