El otro día zapeando en la jungla televisiva me topé con el interesantísimo documental que emitía Canal Plus acerca del polémico guionista y director John Milius. Me habían gustado mucho en su época sus películas “El viento y el león”, y sobre todo la mítica “Conan el bárbaro” que marcó a nuestra generación, pero no había vuelto a saber de él hasta que en el año 2005 me quedé sorprendido de verlo como creador en los títulos iniciales de la maravillosa serie “Roma”.
El documental desvelaba que el responsable de guiones de la talla de “Harry el sucio”, “Apocalipsis Now”, “Tiburón” o “Las aventuras de Jeremías Johnson”, fue discriminado por Hollywood debido a sus ideas y su talante de derechas, sobre todo después del gran éxito que obtuvo tras realizar la americanada “Amanecer rojo”. De hecho, sus amigos los hermanos Coen, se basaron en Milius para crear el inolvidable personaje del excombatiente de Vietnam encarnado por John Goodman en “El Gran Lebowsky”. Milius, dejó durante mucho años de dirigir películas, y en el año 2009 sufrío un ictus cerebral que dejó sin habla a unos de los mejores contadores de historias del último siglo.
Así que decidí dedicar un post a este interesante personaje y su participación en distintas series de televisión que contaron con su sello inconfundible. A pesar de que casi toda su carrera se dedicó a la gran pantalla, Milius participó realizando guiones para capítulos puntuales en series de televisión de la talla de “Corrupción en Miami” o “The Twilight Zone”. En el año 2004, después de quedar arruinado, estuvo a punto de participar como guionista en la gran “Deadwood”, serie que le iba como añillo al dedo a sus características, pero se volcó en la creación de una de las series que han encabezado la revolución televisiva de los últimos años: “Roma”.
El proyecto más caro de la historia de la TV (100 millones de dólares de presupuesto), fue un coproducción de la emergente HBO, la siempre efectiva BBC y la RAI, ya que fue rodada en los estudios de Cinecittá, a las afueras de Roma. La serie fue concebida como una miniserie de tres capítulos, pero dada su ambiciosa extensión y presupuesto se alargó en un principio a doce episodios, y narra las intrigas, excesos y corrupción que ocurren en Roma durante su transformación de República a Imperio.
La serie te engancha desde el principio, con una ambientación perfecta, y con unas historias y personajes característicos y recurrentes en Milius, aunando acción, conspiración, sexo, amistad, traición, haciendo de la serie un entretenimiento de primer orden, sobre todo para amantes de la historia. El reparto no va a la zaga, y destacan sobre todo Polly Walker como la manipuladora Atia, James Purefoy clavando a Marco Antonio, y en especial el siempre efectivo Ciaran Hinds encarnando un inolvidable Julio César. Mención aparte requiere el descubrimiento del actor Ray Stevenson (imprescindible oírle en versión original), que encarna a la perfección al mejor personaje de la serie, el leal y valiente Tito Pullo, y que volveríamos a ver en una de las últimas temporadas de Dexter, consiguiendo él sólo que la serie subiera de nivel mientras aparecía en pantalla.
La serie alcanzó éxito inmediato, consiguiendo que fuera renovada para una segunda temporada de diez capítulos, pero tras ellos tuvo que ser cancelada debido a su gran presupuesto. HBO, a pesar de ser nuestra adorada cadena, carga sobre sus espaldas esta cancelación y la de “Deadwood”, dos grandísimas series que nos dejaron con la miel en los labios, y con la duda de si hubieran tenido la suficiente continuidad, haber alcanzado la perfección de otros productos de la cadena como "Los Soprano" o "A dos metros bajo tierra". Por lo menos, permitieron a John Milius demostrarnos de nuevo de lo que es capaz y pagarle a su hijo la carrera universitaria.
PD: no me puedo ir sin mencionar el plano secuencia del cuarto capítulo de “True Detective”. Viéndolo tumbado en mi sofá, acabé la secuencia de pie y con la boca abierta. Orson Welles después de “Sed de Mal” habría estado orgulloso, pero como diría John Milius en Conan "...eso es otra historia"