Wednesday, 14 January 2015

"How to get away with murder" es un truño

Es difícil encontrar una serie con tantos topicos, tantos estereotipos y tan “marketiniana” (sí, un palabro asqueroso de los que hablan en “idiota” que se utiliza mucho en mi empresa) como  “How to get away with murder”, de la que he oído unas críticas mas que aceptables y que me parece una auténtica estafa. Y digo estafa para no decir un truño de los grandes.

A lo mejor no es culpa de la serie, que simplemente es mediocre. A lo mejor el problema es que la he visto a la vez o entre “the missing” y “the hour” (¿¿de verdad no todos los actores británicos son buenos?) y “transparent”, fabulosas y descomunales todas ellas. Muy pocos series aguantarían un envite a calidad con ellas

Y es que  no debería extrañarme el nivel de la serie viniendo de la mano de Shonda Rhimes, responsable de otro truño como “scandal” sorprendentemente bien valorado por algunos y del que he sido incapaz de ver mas de 3 capítulos enteros. Pero juro que leí que Viola Davis era una mujerona espectacular y que la serie tenía mimbres de ser una pasada.



Viola Davis (una tia con dos nominaciones al oscar a sus espaldas) interpreta a Annalise Keating, una abogada especializada en casos imposibles y que imparte además un curso en la universidad de “como librar a un asesino de la cárcel”. Como veis todo muy ético y ligero. Para más INRI elige a cinco de sus estudiantes cada año para que la ayuden en sus investigaciones (que se desarrollan paralelamente en cada nuevo capitulo)  y les hace pelear a brazo partido por conseguir el trofeo al mas cabron, retorcido y manipulador. Es decir, incita a una rivalidad insana y agresiva y a una relajación moral casi repugnante.

Y si ya el trasfondo moral de la serie parece ciertamente desdeñable, cuelan sin complejos un puñado de tópicos retorcidos, sexistas y machistas. De los estudiantes una es una idealista pero que no tiene problemas en traicionarse en aras del capitalismo, una chica negra lista pero corta, solo preocupada en su boda y sus vestidos, un trepa xenófobo y ricachón, otro chico negro venido de los suburbios y un homosexual que saca su información únicamente a base de polvos. Una cosa tremenda. Siendo una serie dirigida a jóvenes y amas de casa, los mensajes no pueden ser mas vergonzantes: los homosexuales solo saben follar, los negros triunfan si son sumisos y tontos, las mujeres solo valen lo que vale su novio y si hay pasta no hay principio que valga.

Y el papel de la protagonista Viola Davis no puede ser más errático. Nadie se puede creer una jefa tan hija de puta a veces (peor que los de “como matar a mi jefe”)  y que se echa a llorar delante de un estudiante en otras. Es un personaje irreal que trata mal a los clientes a los estudiantes a sus empleados y que aun asi parece que el resto la tratan con una adoración casi mística. Y para rematar la faena los casos en los que trabajan son absurdos, sin profundidad, ni argumentos. El tribunal parece un  circo donde todo es sencillo y vulgar, donde subyace una falta de rigor y preparación en los asuntos fuera de lo normal.  


Para concluir la maraña seudojuridico-amorosa, los mismos deshonestos alumnos que compiten por el beneplácito de su profesora (que por cierto, en una clase repleta de alumnos únicamente les pregunta a ellos), se ven personalmente envueltos en un crimen del que deben salir impunes, y del que te van dejando pequeñas píldoras en cada capitulo. Algo desconexo y absurdo.


No sé si en algún momento tuvieron intención de ser un refrito entre “revenge” y “the good wife”, pero como culebrón le falta originalidad y como serie de género le falta profundidad. Desde luego es una parodia de las series legales y de abogados y envía unos mensajes muy negativos sobre lo que debería ser la justicia, las relaciones laborales y personales. Por mi parte con los primeros 9 capítulos antes del parón he tenido más que suficiente.